martes, 14 de agosto de 2012

Estrenará “Ilusiones” la Compañía Nacional de Teatro

La historia de dos parejas de octogenarios que al final de su vida reflexionan sobre la infinita mutabilidad de la existencia, es la que desarrolla la obra “Ilusiones”, que el 16 de agosto se estrenará en la Sala “Héctor Mendoza” de la sede de la Compañía Nacional de Teatro.

Bajo la dirección de Mauricio García Lozano, el montaje del dramaturgo ruso Ivan Viripaev (1974) versa sobre el amor, el tema más antiguo en el orbe.

De acuerdo con García Lozano, animado por un espíritu decididamente heracliteano, Viripaev propone que nada existe salvo lo que miramos en el momento en el que se mira, porque un segundo después aquello dejará de existir.

“Esta propuesta se relaciona con el quehacer teatral, pues creo que todos los que hacemos teatro nos dedicamos a fragmentar, a fractalizar la realidad desde nuestro punto de vista y regalarle al espectador pedazos de realidad que a su vez él construye en su rompecabezas mental, de acuerdo con las necesidades que tenga”, dijo.

“Ilusiones” cuenta con los diseños de escenografía e iluminación de Fernando Feres, el diseño de vestuario de Estela Fagoaga, la música original de Jacobo Lieberman y la producción ejecutiva de Mariel Ramírez Castillo.

Ana Ofelia Murguía, Adriana Roel, Farnesio de Bernal y Ricardo Blume son los cuatro actores de número del elenco estable de la Compañía Nacional de Teatro, quienes protagonizan este montaje, que estará en cartelera hasta el 30 de septiembre en el recinto situado en Coyoacán, en el sur de esta ciudad.

“Colaborar con estos decanos de la actuación ha significado un encuentro excepcional generado dentro del teatro con gente que admiro muchísimo y que considero muy grandes, lo que a nivel de proceso humano es increíble”, comentó García Lozano.

Lo que me ha pasado con ellos, agregó, es que me sorprende su humildad, su sentido del humor y entusiasmo, que es como de niños, su energía.

El director escénico consideró que lo que el autor ruso desea plantear “es que el mundo y el amor mismo están compuestos por fragmentos de partículas de colores que se articulan al azar y no necesariamente constituyen un todo absoluto, sino que son muchos episodios y que éstos conformarán una u otra cosa, según los ojos de quienes los miren”.

En esta historia, los protagonistas son dos parejas de 80 años que han sido amigos toda la vida y, en el ocaso de su existencia, una de estas mujeres llama al mejor amigo para decirle que lo ha amado siempre.

“El autor plantea la relatividad de la vida y que todo está en movimiento, de tal manera que no hay forma de aspirar a una constante, ni siquiera al amorosa, dado que todo está en movimiento”, expresó. unomásuno D.R 2012

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