lunes, 13 de agosto de 2012

Envían a juicio al mayordomo del Papa e identifican un cómplice

El Vaticano determinó enviar a juicio al mayordomo papal, Paolo Gabriele, y anunció la identificación de un cómplice del principal imputado en el “vatileaks”, el escándalo de la filtración a la prensa de documentos confidenciales de Benedicto XVI.

La sala de prensa de la Santa Sede dio a conocer este lunes la sentencia por la primera fase del proceso judicial iniciado en los juzgados vaticanos contra Gabriele, acusado de robo agravado contra el Papa.

En el texto se identificó a uno de los cómplices del mayordomo en la persona de Claudio Sciarpelletti, un analista informático que prestaba servicio en la Secretaría de Estado del Vaticano y el cual será también enjuiciado por el delito de “favorecimiento”.

Según el documento, Sciarpelletti fue arrestado en mayo y después obtuvo el beneficio de la libertad provisional. En su poder se encontró un sobre cerrado con documentos confidenciales con la inscripción “Personal P. Gabriele”.

Además estableció que durante los registros a la habitación del mayordomo se encontraron no sólo cientos de documentos sustraídos del apartamento papal, sino también un cheque de 100 mil euros a favor del Papa, una pepita de oro y un libro antiguo que data de 1581.

La sentencia, de varias páginas de extensión, incluyó un recuento detallado sobre los movimientos de Gabriele, la fuente principal de la filtración de numerosos documentos confidenciales del actual pontificado a la prensa italiana.

Entre otras cosas reveló que el ayudante de cámara de Benedicto XVI sostuvo una serie de reuniones privadas, entre noviembre de 2011 y enero de 2012, con el periodista Gianluigi Nuzzi, autor del libro “Su Santidad. Las cartas secretas de Benedicto XVI”.

La mayor parte de los informes contenidos en el volumen fueron entregados por el mayordomo, quien no recibió beneficio económico alguno por la filtración.

“Aunque no sabía dónde podía llegar con esta iniciativa mía, tuve el impulso de hacer algo que permitiese en algún modo hacerme salir de la situación que se vivía en El Vaticano, de la posición en la cual me encontraba podía observar la doble función papal, la de guía de la Iglesia y del Estado”, dijo Gabriele.

Esto en un interrogatorio el 21 de julio pasado, durante el cual aseguró que veía en las gestiones de algunos mecanismos vaticanos “un obstáculo o un escándalo para la fe”.

Y agregó: “Me daba cuenta que sobre algunas cosas el Santo Padre no estaba informado o estaba mal informado. Con la ayuda de otros como Nuzzi pensaba hacer ver las cosas con más claridad”.

De la sentencia emergió que tras la publicación del libro “Su Santidad”, el secretario personal de Benedicto XVI Georg Gaenswein, se dio cuenta que algunos de los documentos del mismo sólo podían haber sido filtrados desde el apartamento pontificio.

Por ello convocó a los miembros de la “familia pontificia” a una reunión en la cual participaron el segundo secretario del Papa, Alfred Xuereb; las cuatro señoritas auxiliares y el mayordomo. Esto fue el 20 de mayo.

En ese encuentro Gaenswein preguntó uno por uno a los presentes si habían sido ellos los filtradores, todos respondieron que no, incluso el mismo Gabriele, quien negó con mucha fuerza cualquier involucramiento en la fuga de noticias.

Finalizada la reunión se mantuvieron fuertes las sospechas sobre Paolo Gabriele, por eso al día siguiente fue suspendido de su trabajo y el miércoles 23 de mayo su departamento fue cateado por agentes de la Gendarmería Vaticana.

Allí fue descubierta una “ingente” cantidad de documentos confidenciales del Papa, todos fotocopiados, no ordenados y más bien guardados caóticamente. También fueron descubiertos otros informes en la habitación de Gabriele dentro de la residencia estiva del Vaticano, en Castelgandolfo.

Ese mismo día el mayordomo fue detenido e interrogado pero al principio hizo uso a menudo de la facultad de no responder. Luego comenzó a colaborar.

Con la sentencia contra Gabriele no termina ni el proceso judicial ni las investigaciones por el “vatileaks”. Sólo se trata de la conclusión de una primera parte con la cual se determina el enjuiciamiento del mayordomo y del informático.

Su proceso, oral y público, debería tener lugar en otoño próximo, después de octubre. Pero, como bien señala el documento, todavía no existe “plena luz” sobre todas las “articuladas e intrincadas” situaciones que constituyen el objeto “complejo” de este proceso.

“Bajo el control y la guía de las autoridades judiciales investigadores se efectuaron y se están efectuando, de parte de la policía judicial, numerosas pesquisas. En particular se iniciaron complejas y elaboradas investigaciones de naturaleza video-telefónica, cinematográfica e informática”, indicó. unomásuno D.R 2012

No hay comentarios:

Publicar un comentario