miércoles, 15 de agosto de 2012

Columna Yo Campesino: AMLO en camino a su rancho

Se acabó el derecho de pataleo, el mesías tabasqueño se quedó solo y su única alternativa es irse a su rancho, allá, en un rincón de Tabasco, donde todo es bello. Lo mismo panistas que izquierdosos decidieron que ya fue suficiente y darán su aval al candidato triunfador de las pasadas elecciones, el priísta Enrique Peña Nieto.

Los primeros en deslindarse de todas las acciones presentes y futuras de AMLO, fueron los panistas que de manera explícita manifestaron que no desconocerán la calificación de la elección que haga el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, y marcaron su raya respecto de cualquier acción en contra que realicen "El Peje" y sus secuaces.
 

Pero lo que le dio la puntilla al tabasqueño fue la determinación del gobernador electo de Morelos, el perredista Graco Ramírez Garrido Abreu, quien aseguró que los diputados y mandatarios electos tendrán una reunión en Acapulco, Guerrero, para alcanzar un acuerdo político que no los margine de la discusión nacional, como le ocurrió a la izquierda hace seis años.
 
Esta estrategia incluye desde luego, reconocer la calificación del proceso electoral aunque ello implique legitimar el triunfo de Enrique Peña Nieto y aceptarlo como Presidente de la República.
 
De hecho, Graco Ramírez se suma a la decisión expresada por el también gobernador perredista electo de Tabasco, Arturo Núñez Jiménez, quien desde el primer día de los cómputos reconoció que sería extremadamente difícil probar un fraude y mucho más que hubo compra del voto. Fue de los primeros en aceptar que Peña Nieto sería presidente.
 
Por ello, Graco Ramírez considera que en la reunión de Acapulco, diputados y gobernadores electos, no se dijo si se adicionan los senadores de izquierda, votarán el Acuerdo por México para incidir en la agenda nacional y no aislarse como en 2006, cuando no reconocieron al Presidente Felipe Calderón y eso no sólo los marginó de la discusión sino que además, propició su caída como fuerza política.
 
Para el perredista, es posible influir en la agenda nacional "y no hacer lo de 2006, que no teníamos trato, porque no reconocíamos al gobierno". Esto no obstante la insistencia de AMLO por no aceptar la derrota e incluso manifestar que no están de acuerdo con el IFE en el sentido de no cumplirle el capricho de abrir un periodo extraordinario de fiscalización para según él, analizar las pruebas de la compra o coacción del voto que contienen 25 cajas, donde podría estar un gran paquete pero no el suficiente para invalidar la elección.
 
Es obvio que estas acciones no están consensadas con López y seguidores cercanos quienes amenazan, de nueva cuenta con acciones que de entrada, descalifiquen a las instituciones electorales y luego, al gobierno de quien asuma la Primera Magistratura del país.
 
Queda poco tiempo y con lo existente, lo más que alcanzarían los de izquierda es que se le aplicara una multa al tricolor por gastar de más, pero en lo referente a la compra y coacción del voto, tendrían que sumar las suficientes pruebas para acreditar primero, que los obsequios otorgados tuvieron ese fin y luego, que se obligó a los denunciantes a votar en tal sentido.
 
Total que "El Peje" se queda solo, más que hace seis años, pues esta vez los nuevos funcionarios por elección, no piensan salirse de la jugada política por seguirlo, están decididos a gravitar en las decisiones nacionales incluso arriesgándose a que el mesías los llame traidores, lo veremos estos próximos días allá, en Acapulco.
 
El caso que es cuestión de horas, para López Obrador se acerca al final del camino, no llegará al 6 de septiembre aunque haga berrinche y convoque a la asonada, ni siquiera tendrá el recurso del suicidio político. De tal suerte que la única salida que le queda es irse a su rancho, allá, en casa de la "china Hilaria".   unomásuno D.R. 2012







Miguel Ángel Rocha Valencia 
Director Unomásuno

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